¿Qué comen los niños en los colegios británicos? Rompiendo mitos sobre la alimentación en Reino Unido
- crisvitercas
- Apr 10
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Updated: Apr 11
Una de las preocupaciones más comunes de las familias que piensan en enviar a sus hijos a estudiar a un internado en el Reino Unido es la alimentación. ¿Comerán bien? ¿Será sano? ¿Solo les darán patatas fritas y sándwiches?
¡Nada más lejos de la realidad! Hoy rompemos ese mito y te contamos la verdad: los colegios privados británicos ofrecen una alimentación saludable, variada y de gran calidad.
Alimentación equilibrada y de proximidad
En la mayoría de internados británicos, los menús están cuidadosamente diseñados por nutricionistas para ofrecer a los alumnos comidas equilibradas, adaptadas a cada etapa de crecimiento. Se prioriza el uso de productos frescos, de temporada y de proximidad, con especial atención a ingredientes de origen local y sostenible.
Buffet saludable con múltiples opciones
La comida en estos colegios se sirve en formato buffet, lo que permite a los alumnos elegir entre una gran variedad de platos. Siempre hay opciones vegetarianas, veganas y sin alérgenos, además de alternativas internacionales como curry tailandés, pasta italiana, sushi, tacos mexicanos, cocina india o wok asiático.
Los niños pueden personalizar su comida según sus gustos y necesidades, fomentando así una relación sana con la alimentación y aprendiendo a tomar decisiones conscientes.
Una cultura gastronómica rica y diversa
El mito de que “se come mal en Inglaterra” pertenece a otra época. Hoy, la cultura gastronómica británica es moderna, abierta y diversa. Muchos colegios colaboran con chefs profesionales y fomentan la educación nutricional, enseñando a los alumnos a cocinar, entender los ingredientes y valorar una dieta equilibrada.
Tranquilidad para los padres
Para las familias españolas, saber que sus hijos van a comer bien y de forma saludable es clave. Por eso, los colegios británicos ponen especial cuidado en ofrecer una experiencia culinaria de calidad que se alinee con los hábitos mediterráneos: frutas, verduras frescas, proteínas saludables, cereales integrales, y por supuesto, ¡una buena variedad de postres caseros!
